La trufa blanca tiene las mismas aplicaciones en la cocina que la negra, de hecho está considerada un sucedáneo que se utiliza principalmente para dar gusto a las salsas y guisos y se puede conservar confitada en vino o sal. Es la trufa más cara.Puede llegar a un precio de más de 5.000 € el Kg. Se recolecta principalmente en Italia y hasta ahora solo se ha encontrado en Itália.