La chirimoya es una fruta desconocida por muchos, pero cuando la pruebas lo acabas añadiendo a tu cesta. Es tropical, pero el 80% se cultiva en Andalucía. Se puede comer licuada, como batido o partiéndola por la mitad y con una cucharilla. Tiene una textura parecida a la nata o a la crema pastelera y un gusto dulce. Es uno de los dulces que podemos comer sin lo más mínimo de culpa y estante seguros que nos estamos nutriendo. Es una fruta muy baja en grasas y su contenido en potasio contribuye a evitar la retención de líquidos. Si la comes, tu coro estará agradecido, puesto que es cardiosaludable, además tiene propiedades antitumorales. Ahora en otoño es la mejor época para consumirla.