Colores anaranjados y marrones nos hacen pensar directamente con el otoño. Esta época también tiene sus frutas dulces y suculentas como es el caso del caqui. Es típico de nuestro territorio y tiene una textura de pulpa acuosa y de piel fina. Esconde tesoros nutritivos en forma de antioxidantes que nos ayudarán a afrontar los retos del invierno. Es una fuente importante de vitamina C y mayoritariamente está compuesto de agua, hidratos de carbono en forma de azúcar y casi no contiene grasa. Hay estudios que destacan la importancia que las mujeres tomen habitualmente caquis para prevenir el cáncer de tiroides, también contiene cantidades destacables de sustancias como la vitamina A que hace que sea una de las frutas más antioxidantes. Y para completar, el caqui tiene un efecto inhibidor muy fuerte ante toda clase de virus comunes como la gripe o la gastroenteritis.